Bronca en Falcon Crest
Sólo los pronósticos sobre el partido del Barsa
cohesionaron el Congreso como unidad de
destino en lo futbolístico. Por lo demás, la sesión
fue desgarrada y bronca, y de tan ínfima
altura política, que cada vez está uno más
convencido de que Belén Esteban tendría el
tono adecuado para salir airosa de una portavocía.
Al Parlamento lo recubre una costra
de suciedad dialéctica y cutrez intelectual que
se hace aúnmás espesa por la rebatiña electoral.
Demos por perdida la esperanza de escuchar
algo quemerezca ser recordado, que
proyecte una idea de nación, un esbozo de
destinomanifiesto, y que nos reconcilie con
nuestra decepcionante clase política, esa fábrica
de abstencionistas que sólo estimulando
los odios al oponente encuentran su conexión
con el votante. Apenas alcanzan los diputados
para leer el chiste malo que traen
escrito y para arrojarse de una bancada a
otra, como bombas fétidas que sobrevolaran
el Hemiciclo, las fallas morales rebuscadas en
los cubos de la basura del antagonista. «Me
rebota ‘El Bigotes’ y te explota el Falcon», he
aquí sintetizada la degradación hasta el infantilismo
de nuestrasmatinales parlamentarias.
No damos paramás.
‘Zetapé’ no supo manejar el Falcon Crest
que le han montado. Se escabulló insinuando
que ahondar en ese tema perjudicaría la
reputación de algún ex presidente. Es mentira.
Zetapé ha zurrado a Aznar siempre que
ha podido aunque se tratara de un ex presidente
y sin importarle cuánto respetomereciera
su condición institucional. Si ahora no
lo ha hecho, es porque su partido, a pesar de
afanarse en la búsqueda, no ha logrado encontrar
en el pasado presidencial de Aznar
un comportamiento parecido con el que decirme
rebota y te explota. Por ello se refugió
en la falsa elegancia de un silencio, como sabiendo
que en una riña por el Falcon sólo
puede perder y afear aúnmás los propósitos
éticos de aquel flamante presidente boy
scout que creía que el poder no le iba a cambiar.
Imagínenlo rumbo a Dos Hermanas, en
su limusina de la Fuerza Aérea, tal vez con el
cinturón Hermés de Vistalegre, y aun así ensayando
su discurso de redentor de los descamisados
contra las codiciosas potencias
del capital y de los neocon que en los vídeos
de campaña directamente pasan por nazis.
A Rajoy y a Sáez se les notaba entusiasmados
por la hora de la venganza: quien a
Gürtel mata, a Chaves muere. Y qué son unos
trajes deMilano comparados con un caso de
nepotismo por valor de 10 millones de euros.
No hubo ocasión, porque no apareció en su
escaño, de comprobar qué efectos ha causado
en el temple de Chaves el descubrimiento
de que ya no está en aquella burbuja feudal
en la que le resultaba mucho más fácil controlar
la información. Pero Fernández de la
Vega le hizo una pésima defensa: leyó su
chiste malo y evitó, como siempre, contestar
a una pregunta directa. La vice tiene que haberse
ganado su buena reputación en ámbitos
políticos no expuestos al público, porque
en el Parlamento no es más que una retórica
de trazo grueso que ya tiene gastados todos
los trucos evasivos. Algo más firme estuvo
Carmen Chacón al afrontar la gripe deHoyo.
Pero el discurso se le desmoronó cuando dijo
haberse enterado del brote el jueves: Trinidad
Jiménez ya reconoció que fue informada
por Defensa elmartes. Ni siquiera para
montar mentiras exculpatorias son
capaces de coordinarse.
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