¡CAMPEONES!!!!!!

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lunes, 25 de mayo de 2009

JUAN VELARDE FUERTES

Revisemos en cualquier historia económica lo sucedido desde el Siglo XIX. Porque en estos momentos la clave de nuestros males se halla en la falta de competitividad, visible en nuestro déficit comercial. En los doce meses que concluyen en febrero de 2009, y a pesar de la reducción de importaciones a causa de nuestra recesión, este saldo era negativo en 127.300 millones de dólares. Sólo en el mundo tenían déficit comerciales mayores EE.UU. y Gran Bretaña. Simultáneamente, nuestros empresarios sitúan en otros países inversiones directas superiores a las que procedentes del exterior llegan a España; las cifras de esos saldos fueron en 2005, 13,5 miles de millones de euros; en 2006, 58,5 mil millones, y en 2007, último dato publicado, 48,4 mil millones. Todo eso crea una fuerte necesidad de financiación exterior. En 2007 se estimó que era de 100 mil millones, el 9,5% del PIB. La crisis ha ampliado esa dependencia y explica, entre otras cosas, por las dificultades del interbancario internacional, muchas de las complicaciones económicas españolas.
Puede agravar esa llegada de fondos exteriores, por una parte, lo que sucede con el impuesto de sociedades. Como insiste el profesor Lagares, sus altos tipos frenan la llegada de capitales extranjeros. Pero también frena la inversión extranjera el considerar que la economía española se encuentra en una penosa situación, especialmente más peligrosa que la de los otros países, concretamente, la de nuestros socios en la UE y en la Eurozona. De ahí, que sin ir más lejos del 15 de mayo de 2009 surja la preocupación tras la lectura de tres diarios y un semanario especialmente influyentes en los medios financieros.
En «Financial Times» de 15 de mayo esto se concreta en este titular: «Las cifras españolas sintetizan el brete en que se encuentra Europa». Señala en el texto del artículo que se espera que nuestro país «tenga que esforzarse más que muchos de sus colegas europeos para retornar al crecimiento». Por su parte, el diario francés «Les Echos», el 15/16 de mayo, en otro titular dice: «España: el descenso a los infiernos», concluyendo su texto así: «Los economistas estiman que España podría concluir 2009 con un crecimiento negativo del PIB de 3,5 a 4% y que la cifra de 5 millones de parados se alcanzaría en 2010.... Por ahora, la resignación prepondera sobre la cólera». Por su parte, en «The Wall Street Journal» de 15/17 de mayo, bajo el epígrafe agorero, en la primera página, de «El penoso futuro de Europa», se señala que «la economía española ha pasado a estar en caída libre». En «The Economist» de 9 de mayo, en un artículo titulado «España está experimentando el peor problema de desempleo de Europa», indica que «los economistas señalan que ahora, España, debe hacer los sacrificios y adoptar las difíciles decisiones que se esquivaron a lo largo de los años de la prosperidad».
¿No es necesario reflexionar ante todo eso? ¿No debemos tomar nota de que si no se reacciona se nos van a cerrar las puertas de la financiación exterior y que será posible contemplar la marcha de capitales de empresarios españoles a otros países? ¿Podemos esquivar un reto, el del exterior, tan formidable? De ahí mi alegría cuando leo en el libro de José María Aznar «España puede salir de la crisis», esto: «El principal problema español económico es que muchos productos españoles ya no pueden colocarse, a los precios actuales, no ya en el resto del mundo, sino en los propios mercados españoles... Hay un dato significativo: España gasta un 10% más de lo que produce. Esto es lo que significa que nuestro déficit exterior sea del 10% del PIB».

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