Primera sesión parlamentaria
Zapatero vuelve como si no se hubiera ido
La primera comparecencia parlamentaria del presidente del Gobierno ha convencido hasta a los más reticentes que lo del inquilino monclovita no tiene remedio, al menos a corto plazo. Después de que agosto frenara tres meses de tímida y maquillada recuperación laboral, de que el nuevo IPC nos haya instalado formalmente en deflación y de que los nuevos sindicatos verticales se hayan convertido en los interlocutores casi únicos de un Gobierno socialista encantado de haberse conocido, se esperaba una cierta humildad en quien se ha convertido en el mayor destructor de empleo de la historia de España. Salvo el PNV, que quiere como sea volver
al gobierno vasco, los grupos de oposición, especialmente PP y CiU, se mostraron implacables –dentro de lo que cabe– con el prestidigitador leonés de Valladolid. Lo único que ya no oculta ZP
es la inminencia de una subida de impuestos que puede ser también la más alta de nuestra historia. Por supuesto, el presidente no ha recortado drásticamente el gasto público. Tiene muchos asesores que atender. Según algunas fuentes, 666, el número de la Bestia en el Apocalipsis de San Juan.
Visita del líder venezolano
‘Petrochávez’, de nuevo el rey del protocolo
La visita del déspota venezolano a la capital de España no fue precedida de ninguna invitación del Gobierno, el rey Juan Carlos, empresarios, sindicatos o cualquier otra institución. Por lo que va trascendiendo, Chávez dijo que llegaba y llegó, sin que Zapatero ni el monarca opusieran resistencia. Del célebre «¿por qué no te callas?» en la Cumbre Iberoamericana, hemos pasado a una sumisión semejante a la de esas alfombras viejas que parecen agradecer que alguien las pise.
Además de la escasa estimación de las instituciones españolas por sí mismas, cabe temer que los petrodólares de Chávez hayan impregnado convenientemente algunas voluntades sensibles. Eso de que un dictador venga a España cuando le dé la real gana, se prohíba una manifestación de los venezolanos del exilio y se le trate con mimo digno de mejor causa resulta indecoroso hasta para las indecorosas costumbres políticas españolas, entre berlusconianas y bolivarianas. Tras anunciar el cierre de más de 200 estaciones de radio, el tirano caribeño se ha paseado por aquí como por su finca. Los colonos se mostraron anticolonialistas, como le gusta al Amo.
Manifestaciones en la Diada
Laporta quiere dejar España, pero no la Liga
El Presidente del Barça sigue su carrera política aprovechando el buen juego de Xavi y compañía. En la Diada ha sido la figura más popular de cuantas, con Montilla a la cabeza, menosprecian y amenazan al Tribunal Constitucional y a la legalidad española, que proclaman muy inferior al Estatuto decidido por ZP yMas en una noche loca de nicotina y refrendado por sólo el 30% del censo electoral de Cataluña. La sequía de líderes en una comunidad cada vez más lejos de la libertad y menos parecida a lo que una vez fue o pareció ser, ayuda mucho a Laporta, que parece jugar ya a presidente de la República Catalana. No obstante, otros clubes de fútbol como el Real
Madrid, el Sevilla y el Atlético, clasificados para Europa junto al brillante campeón azulgrana, amén de Valencia, Villarreal, Depor, Zaragoza y otros aspirantes, esperan que, en un acto de coherencia política, Laporta saque al Barça de la Liga, tanto más afrentosa cuanto evidentemente española. Habría una plazamás en la Champions League, antes Copa de Europa. Y Laporta no
cargaría con el peso de tanta púrpura.
Ayudas a los coches eléctricos
Gallardón y Sebastián, el Dúo Eléctrico
Aún se recuerda el debate en Telemadrid entre los candidatos del PP y el PSOE en las últimas elecciones municipales, cuando Sebastián enarboló una portada de la revista Época con la bella imagen de Montserrat Corulla, íntima amiga del alcalde madrileño y procesada por blanqueo de dinero y otros delitos en la llamada OperaciónMalaya. El delicado honor de Gallardón, que parece
de quita y pon, se ha sobrepuesto a la afrenta y esta semana se constituyó en pareja política de hecho con su denunciante para perpetrar una de esas hazañas de imagen que tanto les gusta a ambos. La implacable ferocidad recaudatoria del munícipe –cuyas zanjas pueden haberse cobrado ya su primera víctima mortal– se dulcifica junto alministro de Industria y va a perdonar el pago del parking a los coches eléctricos, gasto que sufragarán los vehículos más humildes. Lo
curioso es que para cargar el coche dizque ecológico hay que recurrir a la electricidad, que en España, ayuna de nucleares, significa quemar carbón y lo que sea, contamine lo que contamine. La pareja puede depararnos un invierno caro pero entretenido.
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