El chasco olímpico de Gallardón
Los JJOO de 2016, asunto zanjado
Una ley no escrita pero siempre observada hace que los Juegos Olímpicos cambien de continente en cada celebración. Era, pues, prácticamente imposible que Madrid, que perdió hace cuatro años en Singapur los Juegos de 2012 frente a Londres, pudiera mantener en el subcontinente europeo las modernas Olimpíadas. Teniendo enfrente a dos ciudades americanas –Río de Janeiro y Chicago– y a una asiática –Tokio–, lo normal era que ganase una de ellas y así ha sido. El gasto
enorme de poner en marcha una candidatura sin posibilidades de ganar ha obedecido a un solo pero poderosísimo motivo: la ambición monstruosa del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, que creyó encontrar en los Juegos la peana definitiva para el soñado acceso al Poder. Si bien la desilusión en un país de ilusos es un sentimiento patológico cuando menos inevitable, el chasco olímpico permite abordar sin cucamonas políticas la verdadera ruina en que Gallardón ha sumido a Madrid en muy pocos años. Zanjada la olímpica ambición, hay que cerrar las innumerables
zanjas que han convertido a la capital en remedo de Hiroshima y a los madrileños en esclavos fiscales de su Ayuntamiento.
70 intelectuales piden su indulto
Cierre de filas con el violador Polanski
Luego se asombran del descrédito, cuando no la animadversión incondicional, que la gente de la farándula, especialmente del mundo del cine, despierta en la ciudadanía que debe pagarles vía Hacienda lo que se niega a darles en las taquillas. Pero pocos casos más escandalosos que el de Roman Polanski, que persigue al famoso director de cine desde que huyó de la justicia norteamericana tras reconocer que drogó y violó a una muchacha de 13 años y después de haber pactado con el fiscal del caso la libertad condicional en espera de juicio. Francia, dispuesta a batir todas las marcas del artisteo, se ha puesto a la cabeza de la defensa de Polanski. Y Almodóvar
ha batido sus propias marcas de demagogia: «No acepto que la Justicia utilice atajos, mucho menos cuando esa justicia defiende la pena de muerte y el infierno de Guantánamo». Para atajo, el de Roman Polanski tras huir del juez y posiblemente comprar a la víctima. O el del propio Almodóvar, tras hacer una película contra los abusos sexuales a los menores –La mala educación- y defender para los cineastas lo que critica en los clérigos.
El progreso según José Blanco
Pepiño defiende el avance social… del paro
Apenas unas horas después de que se conociera el renovado crecimiento del paro en septiembre, el ministro de Fomento se presentó en la Fundación Ideas, cuyo factótum es el ex ministro Caldera, para defender una curiosa teoría sobre el progreso y las virtudes de una izquierda que ya ha logrado una cifra sin precedentes en España: cuatro millones y medio de parados. «Si gobernara la Derecha, además de una crisismundial, tendríamos una crisis social con muchos desgarros y mucha gente tirada y abandonada en la cuneta», dijo Don José, hasta hace poco
Secretario General del PSOE. Ya se le ha olvidado que Zapatero y Solbes negaron que esa crisis mundial pudiera afectar a España, y tampoco quiso reparar en el detalle insignificante de que hoy tenemos el doble de parados que lamedia europea. «No retrocederemos un milímetro en la defensa de las conquistas sociales a pesar de las presiones, vengan de donde vengan». O sea, que nos llevan, satisfechos, a los cinco millones de parados. Comparados con los cincomillones de puestos de trabajo creados en la Era Aznar, es un avance social estremecedor.
El PP valenciano, bajo sospecha
Camps, Costa y Rambla: la terna del terno
Serán deMilano y no de Armani, serán un error y no un crimen, pero hay que reconocer que Camps y sus manos derecha e izquierda, Ricardo Costa y Vicente Rambla, la terna del caso Gürtel, lucen palmito como pocos y no se avergüenzan del corte chapucero de Orange Market Fashion. El debate sobre el Estado de la Región tuvo como pórtico este torerísimo desplante de la trinidad gestora del PP valenciano. Tras abotonarse como mandan los cánones, el líder del PP le dio un repaso brutal al representante del PSOE, que cometió el dislate de pedirle a Camps que no entregara las cabezas de Costa y Rambla, sino la propia. Por lo visto, al portavoz socialista en el Parlamento de la Comunidad Valenciana no le dio tiempo a cambiar el guión, porque Camps se ha encastillado, ha hecho dar marcha atrás a Rajoy en el Parador de Alarcón y ha humillado a Cospedal, que confesó haberse enterado del convite por la prensa. Viendo el gesto torero, la coordinación gestual, la apostura vertical, la majeza abotonada y la cintura pinturera de la terna del terno, debió adivinarlo. Y eso que eran de Milano. Son de Armani y cortan orejas.
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