¡CAMPEONES!!!!!!

¡CAMPEONES!!!!!!

domingo, 17 de enero de 2010

Martín Prieto

El sexo de los ángeles

El ministro de Asuntos Exteriores se olvida en los aviones sus notas manuscritas sobre conversaciones con la gerontocracia, y ahora aporta 400.000 euros para que mejore la vida sexual de los cubanos

En una cena cargada de anécdotas y categorías, Gabriel García Márquez me contaba los primeros días de la triunfante revolución cubana. El Consejo de Comandantes debatía la necesidad de proceder a un control de natalidad y la práctica del sexo seguro. Habían pedido ayuda a China y éstos les enviaron un mercante cargado con el acreditado producto del doctor Condón. Ya se sabe que Fidel Castro trabajaba de noche, y a las tantas de la madrugada llegó el recado de que el susodicho buque estaba surto en el puerto de La Habana. Curiosos, enviaron a un motorista para que recogiera una de las cajas como muestra. Fidel abrió religiosamente la cajita, extrajo un pingajo de plástico y a duras penas lo introdujo en uno de sus meñiques, exhibiéndolo ante los demás, que poco a poco desataron las olas de la risa. Evidentemente, la anatomía china difiere bastante de la afrocubana. Con el barco lleno de condones, los inflaron haciendo globitos para los niños cubanos.
Se ignora qué hace el ínclito ministro de Exteriores Moratinos financiando una correcta sexualidad en Cuba. Es el embajador de la «dinastía Castro» en la Unión Europea; no quiere saber nada de la disidencia cubana, los presos políticos ni los del exilio. Se olvida en los aviones sus notas manuscritas sobre conversaciones con la gerontocracia, y ahora aporta cuatrocientos mil euros para que los cubanos follen mejor, como si no supieran hacerlo sin la ayuda de quien, al no poder ser ministro con Aznar, lo es con Rodríguez Zapatero. Si fuera maledicente, que no lo soy, diría que este hombre viaja tanto a Cuba porque allí tiene una mulata.


Empieza la xenofobia
Mi abogado defendía a una extranjera sin papeles y argumentó ante el juez: «Señoría, estos inmigrantes cuidan de nuestros niños, atienden a nuestros ancianos y hacen los trabajos que nosotros no queremos hacer». No pudo argumentarlo mejor. El alcalde de Vic, Josep María Vila, se ha saltado la ley prohibiendo empadronar a los ilegales. Al margen de cuál sea su condición administrativa, todo ser humano tiene derecho a la sanidad y educación públicas, y a inscribirse en un padrón. Otra cosa es lo que la Justicia decida, pero lo de Vic es una «alcaldada» xenófoba que hay que parar a tiempo.
Pareciera que nos invaden los extraterrestres, pero el flujo de inmigrantes ha bajado en doscientas mil personas el último año, y, de los que quedan entre nosotros, un millón está en el paro. ¿Se imaginan ustedes lo que ocurriría si en 24 horas toda la inmigración decidiera regresar a sus países de origen? Habría que multiplicar las residencias geriátricas y las guarderías, pasear a nuestro perro y arreglarnos nosotros mismos la casa. Veo a nuestros ejecutivos fregando los suelos y a las damas de copete limpiando el retrete. Además, es falso que la inmigración influya en la delincuencia, excepto bandas paramilitares de la antigua Yugoslavia. De las españolas de 35 años, una de cada tres no tendrá hijos. Es la inmigración la que salva nuestra demografía y la que pagará las pensiones. El alcalde de Vic es políticamente un primate.


Los haitianos
Llevar centurias siendo el país más pobre de América, donde puedes caerte en inmensos pozos de miseria, predestinaba a estos pobres haitianos a una catástrofe como la que les ha ocurrido esta semana. Se supone que en este siglo, o no, se abrirá la Falla de San Andrés y arrasará California. Los geólogos predicen el riesgo, pero no la fecha. El roce de las placas tectónicas de América y el Caribe daban por hecho el terremoto de Haití. La mitad o más del desastre obedece a las construcciones de aluvión en Puerto Príncipe. La pobreza se suma a las carencias y a la brutalidad de la naturaleza. Sólo una ayuda internacional solidaria y por largo tiempo podría devolver a Haití al seno de la comunidad internacional. Diez mil soldados estadounidenses lo que van a hacer es beberse el agua que llevan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario