¡CAMPEONES!!!!!!

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sábado, 28 de mayo de 2011

Federico Jiménez Losantos

Rubalcaba, mal candidato para el PSOE y peor enemigo para el PP

La designación de Rubalcaba por Rubalcaba –lo del "dedazo" de Zapatero es una broma: meñique y gracias- para dirigir la defensa de la Moncloa sociata es, aparentemente, una mala noticia para el PSOE, porque el candidato es malo. Es el pasado de la izquierda y no el futuro, si lo tiene; no puede generar ilusión de cambio porque es la continuidad de lo peor en el Gobierno o en la Oposición; no hay área del Código Penal que no haya hollado o no describa sus actividades, desde el GAL al Faisán pasando por la luctuosa jornada golpista del 13M; y, en fin, hereda un partido destrozado en las elecciones del 22M y un Gobierno que, de tanto no hacer nada, puede hacer que España caiga en suspensión de pagos. En resumen, que es un candidato pésimo para el PSOE... si tuviera uno mejor.

Pero conocido no lo hay. Y ese es el primer punto a favor de Rubalcaba. Tal vez Chacón habría podido igualarlo, pero difícilmente superarlo. Vara o López son dos juventudes ambiciosas pero condenadas por las urnas. No hay nadie de la generación más joven del PSOE que pueda presumir de un éxito electoral o de gestión. Al revés. Y la prueba de lo poco que valen es que se han cargado a Zapatero –normal- y se han acogido a Rubalcaba, prueba de absoluta debilidad.

El segundo punto es que ni Rubalcaba ni el PSOE tienen ya nada que perder. Son capaces de hacer cualquier fechoría porque comportarse con arreglo a las leyes escritas y no escritas de la democracia sólo les garantiza la derrota. No sólo harán cuantas atrocidades violentas, en un sentido simbólico pero acaso también real, se les ocurran, sino que nadie de los suyos se lo reprochará. Y nadie de los ajenos lo combatirá con eficacia, porque nunca lo ha hecho el PP. Un púgil arrinconado contra las cuerdas sólo tiene dos posibilidades: perder por KO o ganar por KO en una contra aprovechando la floja defensa del confiado arrinconador.

Este es el tercer punto: la confianza excesiva del PP en su segura victoria. Nunca se ha caracterizado la Derecha por su eficacia al contraataque; y, además, si los resultados municipales y autonómicos son esplendorosos, la subida neta del PP son dos puntos, el medio millón que, según Blanco, habría ganado el PP frente al millón y medio que habría perdido el PSOE. O sea, que el PP tiene poco margen para mejorar mientras que el PSOE tiene mucho por recuperar.

El cuarto es que el PSOE de Rubalcaba contará más que nunca con los apoyos nacionalistas y comunistas, porque el PP es el enemigo común. Incluida la ETA, imán de todos los demás.

El quinto es que el PP tiene unas relaciones nulas, malas e incluso peores con UPyD, único factor nuevo que quitaría votos al PSOE y su único aliado posible.

El sexto es una mayoría aplastante en los medios de comunicación, desde los que es fácil montar cualquier acontecimiento soponcial en la última semana o mantenerlo durante los dos trimestres que pueden pasar sin disolver las Cortes.

Y el séptimo es que lo han elegido para eso: para embarrar el campo y fingir teatreramente que le han roto la espinilla, para comprar árbitros, jueces de línea y espectadores si es menester. "Es al que más temen nuestros enemigos", repite el PSOE. Y, cosa rara en ellos, es verdad. Les sobran motivos.

Total, que Rubalcaba será un mal candidato para el PSOE, pero es mucho peor enemigo para el PP. Y para España es, sería, puede ser absolutamente letal.

martes, 24 de mayo de 2011

Josè Garcìa Dominguez

Los restos del naufragio

Parece que aquellas siete llaves con que Joaquín Costa mandó cerrar el sepulcro del Campeador no fueron suficientes. Así, con alguna consternación, en Ferraz acaban de descubrir que los lidera el espectro invertido del Cid, uno que pierde las batallas después de muerto. Insólita, inaudita habilidad, la del difunto José Luis, que podría elevar la magnitud de la tragedia socialdemócrata a dimensiones apocalípticas de aquí a un año. Al respecto, con el Adolescente atrincherado en La Moncloa y perdida ya toda esperanza, el interludio hasta principios de 2012 aboca al partido a un trance agónico. Disparidades al margen, una situación próxima al clima de sálvese quien pueda que marcó el suicidio ritual de la UCD en 1982.

Cuando la España liberal-conservadora se condenó a casi tres lustros de ostracismo, el tiempo que llevaría transformar la caspa de Alianza Popular en alternativa real de Gobierno. Con pareja intensidad se desangra el PSOE por su flanco zurdo y por la derecha. Sí, también por la derecha. Novedad que, por fin, deja de situar el destino de cualquier proceso electoral en manos de la célebre izquierda volátil, esa progresía difusa que solo concede votar a los socialistas tras protegerse la nariz con pinzas. La de los campistas de Sol y sus apéndices sociológicos, para entendernos. Algo que augura aún más inevitable el desastre al imposibilitar una huida hacia delante por la senda de la demagogia garbancera, la manida pose ful del radicalismo retórico.

Y para acabar de arreglarlo, unasprimarias. La organización toda apelada a demostrar su acreditada pericia en los viejos usos del navajeo fratricida. Una reyerta de muleros en la antesala del Infierno de Dante. En términos políticos, pura demencia. De ahí que si algún elemental instinto de supervivencia conservan aún en el partido socialista, el compañero Marco Junio Bruto ha de estar maquinando la conjura contra César antes de que lleguen los idus de marzo. Un golpe palaciego al estilo de aquél con que los tories, siempre tan pragmáticos, se quitaron de encima a la Thatcher. Acaso un coronel Casado que irrumpa en el Comité Federal para poner fin de una vez a ese numantinismo estéril del presidente. Y que trate de salvar los restos del naufragio. Si alguno quedara por entonces, claro.

Roberto Centeno

Ni espontáneo ni plural, la izquierda más radical

Uno de los fenómenos más repetitivos y desgraciados de nuestra Historia es cuando la buena gente resulta engañada por grupos radicales, que les hacen creer que son demócratas y desean el bien del pueblo. Cuando estos radicales han triunfado, han llevado a España a la ruina o a la Guerra Civil. Mucho peor aún es el caso de personas que, sirviendo de tontos útiles y sin molestarse en comprobar el origen real de las cosas y mucho menos de comprobar in situ la realidad, describen en los medios estos movimientos con una aureola romántica e incluso heroica, más propia de plumas mercenarias que de personas sensatas.

Si se hubieran molestado en comprobar un mínimo el origen de este movimiento, se habrían dado cuenta que el dominio ‘Democracia Real Ya’, que fue quien empezó la fiesta, pertenece a un conocido radical de Izquierda Andaluza, una escisión de Izquierda Unida, aliado con antisistemas y okupas. Hay que estar ciego o haberse caído de un guindo para llamar a esto “movimiento espontáneo y plural”. Una pluralidad que quedó perfectamente reflejada ayer, cuando agredieron violentamente a Enrique de Diego, fundador de un colectivo antimarxista minoritario denominado ‘Rebelión de las clases medias’, al entrar en la plaza.

Aparte de molestarme en comprobar el origen, decidí también pasar por la Puerta del Sol para ver por mí mismo lo que estaba ocurriendo. Lo hice el jueves a las dos de la tarde y hubo dos cosas que me llamaron la atención: primera, un grupo de unos 50 miembros de CCOO que repartían doctrina y que vociferaban contra todo aquel que sale o entra en la Comunidad de Madrid (la única CCAA que todavía crea empleo, y blanco del odio ciego de la izquierda en general y del Gobierno y sus secuaces en particular), el cerco de cuya sede es la principal seña de identidad del movimiento.

Segunda, un chico joven que estaba leyendo un manifiesto a unas 60 o 70 personas sentadas en el suelo, que era un compendio de los disparates más increíbles y absurdos de la izquierda radical, propuestas sin pies ni cabeza, que de llevarse a la práctica llevarían a cualquier país al caos y a la miseria. Expropiación de los pisos vacíos y su alquiler a los jóvenes a precios simbólicos, nacionalización de la banca, control de todas las grandes empresas o su sustitución por empresas públicas, subidas de impuestos, restablecimiento del impuesto sobre el patrimonio, cierre de las centrales nucleares, sustitución por energías renovables, ayuda al tercer mundo, etc, etc. Disparates que provocaban el entusiasmo de los allí reunidos, que los coreaban con gritos y grandes aplausos.

Los sindicalistas de CCOO, que han expoliado y expolian sin contemplaciones a la clase trabajadora, cobrando un 8% de cada ERE, comparten 1.500 millones de euros anuales con UGT y CEOE por políticas activas de empleo, que reciben ríos de subvenciones de los poderes públicos porque sí, forman piquetes de energúmenos vociferantes, en lo que tienen experiencia probada, ante la Comunidad de Madrid.

Jóvenes que, en principio, están parados y sin esperanza, piden más impuestos, más energías renovables -la mayor fuente de enriquecimiento para una elite cercana al poder en la historia industrial de España y causa de que cuatro millones de familias no hayan podido encender la calefacción este invierno-, ayuda al tercer mundo y a los parados españoles que les zurzan… ese era el ideario esencial en la Puerta del Sol el jueves a mediodía. Que además pidan algunas cosas que pedimos todos, como el cambio de la ley electoral -porque lo pide Izquierda Unida, que en otro caso tampoco lo harían- es irrelevante.

La culpa no es de Zapatero: es de los banqueros y empresarios

Esa misma noche, durante una larga tertulia en Veo-7, tuve ocasión de interrogar en directo vía satélite a varios presuntos líderes de la cosa. La primera pregunta era obvia, ¿cómo y quién tomaba las decisiones de lo que se pedía, de lo que se hacía o de lo que se iba a hacer? La respuesta es que se decidía en forma asamblearia por círculos temáticos, es decir, por soviets en plan cutre. ¿Quién dirige la asamblea y qué círculos temáticos se tratan? La respuesta fue: “los que ya estaban allí”, porque la mayoría se había unido después. ¿Y quién estaba allí? No answer. El segundo, los círculos temáticos se decidían en función del “apoyo popular” medido por los aplausos, es decir, se iban exponiendo temas y el más aplaudido se convertía en un círculo temático. Por ejemplo: “hay que expropiar los pisos vacíos y alquilarlos a precio simbólico a los jóvenes”, miles de aplausos y circulo temático que te crió para “debatir” el tema. “Hay que nacionalizar la banca”, lo mismo, a debatirlo. “Hay que cerrar las centrales nucleares”, tema esencial para proporcionar empleo a los jóvenes y acabar con el paro, idem. “Prohibición de la Sanidad y la Enseñanza privada”, etc…

Si el Gobierno se rinde ante unos radicales (un 0,2% de españoles han asistido a las concentraciones y un 0,02% de izquierdistas revolucionarios son quienes les controlan) se sitúa al margen de la Ley.

He aquí algunas preguntas y algunas respuestas. Si el culpable principal del desastre, de los seis millones de parados, del 45% de paro juvenil es Zapatero, ¿por qué no se trata en un círculo temático? Porque la culpa no es solo de Zapatero, es del sistema, de los banqueros y de los empresarios. ¿Por qué no se han concentrado en Moncloa en lugar de frente ala Comunidad de Madrid, que es la única de España que crea empleo? Porque fue aquí el lugar donde terminó una manifestación y ya nos quedamos. ¿Por qué atacan a los empresarios, que son los únicos que crean empleo? Porque han despedido miles de personas sin justificación para sustituirlas por mileuristas y porque lo hacen mucho mejor las empresas públicas. ¿Por qué piden que se ayude al tercer mundo en lugar de destinar esos recursos a ayudar a los españoles que no tienen nada? Porque la solidaridad es esencial. Y, luego, las pancartas claramente guerracivilistas: “Madrid será la tumba del neoliberalismo”; “No pasaran”, etc. Esto es lo que hay, la “Spanish Revolution”, una estafa total a los parados, a los mileuristas y a los desheredados de Zapatero y del socialismo.

Y así las cosas, el tema ha tenido también una enorme repercusión mediática en los medios y prensa extranjeros, prescindiendo de muchos europeos, que no se enteran de nada, que ven similitudes entre la Puerta del Sol y la Plaza de Tahir, la prensa norteamericana se muestra certeramente preocupada por la situación, porque la relacionan con las revueltas en Grecia, y temen, con toda razón, que los tímidos ajustes realizados por Zapatero se paralicen, que no se haga ningún ajuste más y España se precipite hacia la suspensión de pagos. La preocupación en los mercados es creciente y la prima de riesgo ha subido como la espuma: el viernes cerró en 245 ¡Olé por el 15-M y los espontáneos!

Su intención primera era paralizar las elecciones del domingo, donde la izquierda debería experimentar una derrota histórica, pero el miércoles vieron que no tenían ni de lejos la fuerza necesaria y ahora solo tratan de modificar el resultado, aunque sea modestamente, a favor de la izquierda. Y si eso ocurre y Zapatero, con su irresponsabilidad manifiesta, se pone al frente de la procesión -“si tuviera 25 años estaría en la Puerta del Sol”, dice este irresponsable-, nuestra ruina a corto plazo está asegurada.

Si a ETA, no al acatamiento de la Ley

Mucho más preocupante que lo anterior fue la respuesta a otras dos preguntas concretas que hice a dos de los líderes. La primera referente a Bildu, como estaban tirando balones fuera en todas las preguntas referentes a Zapatero y a su desastrosa gestión de la crisis, le dije: “Le hago una pregunta sencilla, cuya respuesta tiene que conocer sin duda, dicen que Bildu ha enviado a varios representantes, aparte de apoyar totalmente su ‘programa’. ¿Hay gente de Bildu con ustedes, hay proetarras en la Puerta del Sol?”. “No lo sé -contestó-, pero si vinieran serían bienvenidos”, fue la aterradora respuesta. Textual, pueden descargar el vídeo si quieren comprobarlo. No sé a ustedes pero a mí, si todavía podía quedarme un resto de simpatía, un resto de comprensión, para algunas de las peticiones de los concentrados, se desvaneció totalmente. Los que manejan el tema, los que mandan de verdad, no son parados, no son gentes de buena voluntad, son marxistas leninistas de la línea más extrema, son la izquierda radical más pura y dura de Occidente, éstos son los que controlan de verdad a los acampados en Sol.

Hacia la una de la madrugada se conoció la decisión de la Junta Electoral de prohibir las concentraciones del día de reflexión y al poco tiempo los radicales hicieron conocer su respuesta: “La soberanía nacional reside aquí y no en el Congreso”. ¡Olé sus narices! Yo me niego también a acatar la ley, en concreto, me niego a hacer la declaración de la renta, eso sí, pacíficamente y sin violencia. El Tribunal Supremo y el Constitucional han declarado también ilegal la concentración, no sé qué hará el Gobierno -ahora es sábado por la mañana- pero si el Gobierno se rinde ante unos radicales (un 0,2% de españoles han asistido a las concentraciones y un 0,02% de izquierdistas revolucionarios son quienes les controlan) se sitúa al margen de la Ley. El Rey debe hacer cumplir la Constitución, si no ¿para qué queremos un Rey? Debe disolver el Gobierno y convocar elecciones

lunes, 23 de mayo de 2011

Agapito Maestre

22-M y las contradicciones de Sol

Las elecciones del 22-M, sí, han sido muy importantes, pero es obtuso, como mínimo, aislarlas de los últimos sucesos de las concentraciones promovidas por grupos de ciudadanos instalados en la Puerta del Sol y otras plazas de España. Quizá el grupo más numeroso de los del 15-M son antiguos votantes socialistas, y, seguramente, después de una semana de plante, el movimiento social ya esté controlado por dirigentes mayoritariamente izquierdistas. Pero, de momento, todo eso es un asunto menor, porque lo decisivo de esta protesta, con todas sus contradicciones y manipulaciones, sigue en pie: los españoles no somos borregos, la casta política tiene una gran parte de culpa de todos nuestros problemas y, por supuesto, es menester que el espacio público-político no sea devorado por la clase política. Son necesarias reformas importantes en el sistema político. O hay regeneración democrática o esto muere.

Estas elecciones, nos guste o nos disguste, han estado vinculadas a esta protesta, negarlo es estar ciego o, algo peor, sustituir lo real por la ideología, la mentira, que estos mismos "analistas" tratan de ver y, por supuesto, combatir en aquellos que están concentrados en la Puerta del Sol. Basta, por favor, de imbecilidades e ideologías baratas. La movida de Sol ha puesto nervioso a los partidos políticos, incluido el PSOE; más aún, soy de la opinión de que están desbordados en asuntos fundamentales, por mucho que algunos insistan en que la indignación está controlada por la covachuelas del régimen de Zapatero.

Por otro lado, buena parte de los analistas políticos, especialmente los vinculados a los medios de comunicación de la derecha, están fuera de juego, incluso los que juegan a ser los más radicales, esos que, desde hace años, se desgañitan porque la sociedad no se moviliza y el sistema de representación está marchito, ahora, cuando otros que no son de su cuerda lo ponen en evidencia, se asustan y apoyan toda la faramalla sobre la que sustenta la casta política. Esto también es un síntoma del fin de un régimen político que comenzó en la Transición y ya no soporta tanta contradicción.

Por favor, amigos "demócratas", que estáis esperando un carguito para cuando llegue el PP al machito del poder, tened un poco de respeto por lo real. Al menos, por favor, reconocedme que, ayer por la mañana, muchos dirigentes populares estaban perplejos e incluso algunos se quejaban amargamente de no haber sacado el primer día de la concentración un cartelito desde el viejo edificio de Correos que dijera: "Os entendemos". Por Dios, amigos "demócratas" a la espera de que os nombre algo el PP, cómo no voy a vincular las concentraciones de Sol a las elecciones de ayer y, sobre todo, al futuro del sistema político español. Podéis, naturalmente, negarlo. Allá vosotros, pero estáis haciendo algo peor que el ridículo, negáis vuestra propia identidad de analistas políticos.

En fin, si Rajoy, y sus seguidores mediáticos, no se toman en serio la protesta de la Puerta del Sol, puede que su victoria en votos, del 22-M, se torne en comida para hoy y hambre para mañana.

Carlos Cuesta

Carta a los nuevos gobiernos

Las elecciones autonómicas y locales han dictado sentencia. La debacle del PSOE ha sido absoluta y los proetarras de Bildu tendrán más poder político que nunca.

Con 26 millones de euros menos en los bolsillos -fruto del coste de la campaña- y la esperanza de que alguno de los nuevos electos empiece a comprender la gravedad del momento actual, los españoles volvemos al día a día de un país sumido en el paro, el cierre de empresas y la descomposición institucional. Y por ello, porque esta normalidad repugna, creo que nadie, empezando por la prensa y los electores, debería ser complaciente con los nuevos inquilinos regionales y municipales. Sean del partido que sean.

Porque los retos encima de la mesa de unas instituciones, las autonomías, responsables de 30.000 millones de déficit, y de los ayuntamientos, origen de un agujero adicional de 6.500 millones, no pueden ser más decisivos. En sus manos está el dejar constancia de su deseo de eliminar las más de 5.000 sociedades, empresas y demás entes dependientes de las administraciones territoriales como primer ejemplo de austeridad.

En su poder está el iniciar los pasos para desmantelar la injustificable red de 179 embajadas autonómicas que salpica el mundo de sueldos públicos costeados por unos hogares que sufren una pérdida anual de renta disponible de 15.000 millones de euros.

En su mano está, igualmente, el recortar una orgía de 30.000 vehículos oficiales de primera marca como muestra, aunque sólo sea, de una leve comprensión hacia un país en el que la venta de automóviles entre particulares se desploma a ritmos de un 37%.

En su capacidad está, también, el zanjar un derroche laboral que ha llevado a autonomías y municipios a contar con dos millones de empleados públicos de los que ya el 45% ha entrado sin oposición.

Y entre sus deberes está el acabar con un gigantismo que ha provocado que el volumen de leyes, decretos y demás normas regionales anual supere en más de 100 veces el número total de páginas de boletín oficial en Alemania. Desde ahora y hasta las elecciones generales se abre un periodo en el que el PP debe demostrar su capacidad real para afrontar el reto de acabar con la sangría presupuestaria en la que nos ha sumido nuestro fraccionamiento territorial. Un esquema que nos cuesta más de 25.000 millones de euros anuales en duplicidades y que estrangula el poder adquisitivo de los hogares, contribuyentes finales de esta sangría. Nadie va a exigir una reducción a cero del actual déficit en 10 meses. Pero sí el atisbo de una política valiente y capaz de volver a estimular a este país. En su mano está el poder dar el ejemplo de su capacidad para sacar de la crisis a un país que agoniza.