José María MARCO

Europesadilla

Las declaraciones de los socialistas sobre el aborto han sido todo un recital. El ministro de Educación, metafísico a sus horas, no tiene claro lo que es un ser humano. La de Igualdad considera que lo engendrado en el seno de una mujer no es humano. Según una funcionaria del partido, el aborto garantiza el disfrute seguro de la sexualidad y el presidente del Gobierno invita a los jóvenes a no sentirse responsables de nada, mucho menos de una vida que ellos mismos han creado. Hay una dimensión política en todo esto, que es la captación del voto radical y a ser posible juvenil para compensar el peligro de abstención. Pero hay más. Lo que en este recital empieza a brillar con luz propia es la aurora de la sociedad que los socialistas nos están preparando. La coincidencia con la campaña de las elecciones europeas aclara aún más las cosas: ésa es la Europa que los socialistas están diseñando para el futuro, una Europa de irresponsables, que abdican previamente de cualquier esfuerzo soñando como están con el ocio y las vacaciones. Y en la que la vida humana no tendrá más valor que el estrictamente utilitario que le otorguen unos burócratas nihilistas. Frente a la gran Europa que creó las instituciones de la libertad, la tolerancia, la idea del progreso moral, vamos a una Europa descreída, cínica, transformada en un parque temático a tamaño natural donde las realidades han sido sustituidas por opiniones, y el significado de las cosas (¿qué es una nación?, sigue preguntándose Zapatero mientras pacta con los nacionalistas secesionistas) se ha evaporado. Para leer un buen diagnóstico de esta situación y algunas propuestas de fondo para cambiarla, conviene leer Ante la decadencia de Europa, el nuevo informe redactado por el GEES (Grupo de Estudios Estratégicos). El estudio no tiene un objetivo electoral, pero no estaría de más que los partidos políticos empezaran a incorporar algunas de estas ideas a sus programas. Tal vez consiguieran una participación mayor de la que van a lograr, y sin recurrir a la bestial demagogia socialista.