¡CAMPEONES!!!!!!

¡CAMPEONES!!!!!!

lunes, 12 de octubre de 2009

Federico Jimenez losantos - Comentarios Liberales

No culpables, no inocentes

La actuación, clamorosamente delictiva según el Colegio de Abogados, de Garzón en el caso Gürtel asegura en alguna instancia, no necesariamente superior, la nulidad del procedimiento y la extinción de responsabilidades. Si llegara a juicio alguno de los cabos de este inmenso golfo -me refiero al caso-, el veredicto de un jurado a la americana sólo podría ser uno: «no culpables». Y sin embargo, como Garzón no instruye sumarios pero edifica juicios políticos con la eficacia que le otorga la práctica y la de sus cómplices periodísticos, si judicialmente los políticos del PP valenciano afectados por el caso Gürtel son, de haber juicio, «no culpables», moral y políticamente ya son «no inocentes». Aunque menos inocentes sean la fiscalía parcial, la policía de partido, algún juez de lance y la prensa chequista, sea prisaica, rouresca o telezapateresca. El Pacto por la Justicia, es decir, la trampa sistemática a las reglas del Estado de Derecho pactada por PP y PSOE, firmada por Michavila y López Aguilar tiene el terrible efecto de que cualquier caso con relevancia política asegura la corrupción. Y el político sólo se salva a cambio de que la política se condene. Pero el meollo de aquel pacto que envileció al PP de Aznar es ese: los partidos políticos están por encima de la ley, con la que se hacen y a la que se cargan.

Como toda la actuación del PP desde Marzo de 2008, con Rajoy al frente y Arenas y Camps de Anás y Caifás, se basa en la traición moral a sus votantes para heredar la estafa del PSOE zapateril («Por el pleno empleo. Motivos para creer»; Solbes con Pizarro), la maquinita de poder pepera carece de la necesaria gasolina moral para adelantar a la máquina apisonadora de la izquierda político-mediática-judicial. No es que el PSOE valga más; es que el PP renunció a valer algo. Tampoco es casualidad que sólo Aguirre, la gran marginada en la sucia estrategia rajoyesca, haya tenido reflejos y libertad para salir del pantano gurteliano. Rajoy, Arenas, Mayor («el más honrado de España», dijo) vivían con Camps una interminable paella de autoindulgencia. Así que cuando Rajoy llamó al orden a Camps, lo desoyó. Y cuando Camps quiso que Costa pagara el delito de lesa estética política que cometían cuantos lo conocían, el cohete salió bufo. Con la falla arde la plaza. Y los que declaran «no inocente» a Rajoy, declararán «no culpable» a Gallardón. Es la lógica de la corrupción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario