Alfonso Ussía

La diferencia

Uno era joven cuando compartió mesa y mantel con uno de los dirigentes del Barça más queridos y añorados por su gran señorío. En aquellos tiempos, el Real Madrid era mejor que el FC Barcelona, pero analizando uno a uno a los titulares de los dos equipos, su calidad era similar. «Lo que diferencia al Real Madrid del Barça –dijo el gran directivo– es que el líbero del Madrid es Stielike y el nuestro, Alexanco, con todo mi afecto y respeto por Alexanco».En la actualidad, las diferencias son mayores. Creo, sinceramente, que en el Real Madrid participan jugadores que no serían ni reservas en el Barça actual. Sergio Ramos, Gago, Diarra, Marcelo, Raúl y Granero. Pero aun así, la gran diferencia que se establece entre el Madrid y el Barça, además de la calidad en el centro del campo, es que en el Barcelona juega Alves y en el Real Madrid el atribulado y descendente Sergio Ramos, que ha ido hacia abajo en plena juventud. Además de la clase, las actitudes. De Portillo, un sabio madridista dijo que no llegaría a nada. «Lo primero que ha hecho después de marcar un gol y mejorar su contrato ha sido comprarse un cochazo y dejarse el pelo como el «Pájaro Loco». Hace días, entrevistaron en la cadena COPE a Sergio Ramos en un restaurante muy futbolero. Se grabaron imágenes de la entrevista. En un local cerrado, Sergio Ramos respondió las preguntas con un gorrito blanco encajado en esa cabecita que se aturulla y no piensa. Es así. Pero con gorrito o sin gorrito lo importante es su rendimiento. Y ahí no puede compararse con Alves, que a punto estuvo de venir al Real Madrid si Mijatovic y Ramón Calderón –¿quién mandaba sobre quién?– hubieran pensado más en su club que en ellos mismos. Y ayer pudo hacer Sergio Ramos el partido de su vida, pero daría igual.