ASUNTOS INTERNOS
A buenas horas
El tripartito aparece hoy, a pocos meses de las elecciones, como una marca desprestigiada electoralmente. La sociedad catalana da muestras de estar cansada tanto de la ineficacia para hacer frente a la gestión de imprevistos, como de las originalidades de los muchachos de Carod. La elevada intención de voto que logra CiU en las encuestas -rozando la mayoría absoluta- se debe a que Artur Mas parece un político más serio y fiable que los que han gobernado Cataluña en los últimos ocho años. Montilla ha realizado una gestión muy parecida a la de su antecesor, excepción hecha del gusto de Pasqual Maragall por dejar claro su carisma literario con gran estrépito. Es difícil encontrar una seña de identidad propia y distinta del actual presidente, como no sea su pasividad ante las meteduras de pata de sus 'consellers', su paciencia ante las faenas de sus socios o su ignorancia de las preocupaciones reales de los catalanes.
"Ha liderado el tripartito con tanta tranquilidad y calma que los de ICV y ERC se lo han comido por las patas"
PSC y ERC pagan los platos rotos, pero -curiosamente- se libran de la quema los ecosocialistas de ICV. Su líder, Joan Saura, parecía un político serio antes de ocupar la cartera de Interior, donde ha cosechado fallos estrepitosos. Sin embargo, resulta que ICV no pierde ni un voto en las encuestas, a pesar de los bomberos, de los incendios, de la nieve y de los apagones. La posibilidad de una derrota electoral estrepitosa ha encendido las alarmas en el PSC y ahora, en los seis meses que quedan para las elecciones, quiere recuperar el tiempo perdido en cuatro años. Montilla se presentó ayer rodeado de sus "caras nuevas". Sobresale entre ellas Jaume Collboni, que sustituirá al eficaz José Zaragoza como director de campaña. Collboni es un hombre moderno, adicto a las nuevas tecnologías y con muchos amigos en las redes sociales, cuya misión es "abrir el partido a la sociedad y a las nuevas ideas". El PSC promete olvidarse de los mensajes anti PP y anti CiU para hacer una campaña en positivo. A buenas horas.
Ya veremos si no es el Constitucional quien le da hecha la campaña al nuevo equipo de Montilla. Porque si llamativo es que el 'president' quiera recuperar cuatro años perdidos, no menos sensacional es lo del TC. Sus magistrados llevan tres años deliberando y van a tomar su decisión justo en vísperas de la campaña electoral catalana. De traca.
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