Nuevo Día de las Víctimas
La desmemoria programada del 11-M
El sexto aniversario de la masacre del 11-M se presentaba este año con una cantidad apabullante de pruebas que obligan a reabrir, o mejor, a instruir de verdad, el caso más corrompido y corruptor de la historia judicial española. Por desgracia, la descastada casta política que nos desgobierna en España o que aspira a heredar el Desgobierno, ha demostrado hasta qué punto el 11-M sigue siendo un baldón imborrable en nuestras instituciones representativas. José Bono se ha sacado de la manga un Día de las Víctimas del Terrorismo, cuando la Unión Europea, por deferencia a España y a susmuertos, había adoptado ya el 11 de Marzo. Pero el PSOE quiere que se olvide cómo llegó al Poder y cómo ha obstaculizado el juicio de la masacre; y el PP quiere borrar de su fondillo el criminal patadón que le dieron al candidato Mariano Rajoy, así que ambos comparten doblez y encubrimiento. Hasta Gallardón, perseguidor activo de los que quieren saber la verdad del 11-M y símbolo de la miseria moral de los enterradores políticos de la masacre, puso un dedito en una corona de laurel ante una placa. De la desmemoria programada, claro.
Nos deja un autor de cabecera
Miguel Delibes, el príncipe entronizado
Es muy difícil que un escritor alcance grandes éxitos de venta y de crítica, que coseche el respeto de los de su gremio y el afecto del lector corriente; que se le perdonen hasta los premios, pese a ganarlos todos. Ese milagro se llamó Miguel Delibes. Si no el rey de la literatura en español, fue el príncipe lejano, a dos horas de tren, que nadie quiso destronar. Mérito de Valladolid, de su fidelidad a las viejas historias de Castilla la Vieja, a la España de cualquier siglo. En 1948 ganó el Premio Nadal con La sombra del ciprés es alargada; en 1955, el Nacional de Literatura con Diario de un cazador; en 1962 el de la Crítica con Las ratas; y, a modo de coronación, el Príncipe de Asturias y el Cervantes. Cada lector tiene su Delibes: El hereje, Mujer de rojo sobre fondo gris, Cinco horas con Mario… Gran director de El Norte de Castilla, en 1978 publicó El disputado voto del señor Cayo, crítica ruralista de la demagogia en democracia. Profético: la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha dicho que «era uno de los autores de cabecera de Zapatero ». Ni los autores mueren, ni a Zapatero se le nota.
Perplejidad por la eliminación
La derrota del Madrid, el mejor club del siglo
La portada de Marca en los funerales europeos del RealMadrid, muerto a pies, o borceguíes, del Olimpique de Lyón, en una eliminatoria desnortada, muestra la perplejidad iracunda que embarga al mundo del fútbol. Marca pide –la venía pidiendo– la cabeza del entrenador Pellegrini. Otros quieren que se quede, por si Marca tiene razón. Y los seguidores del mejor club del siglo del fútbol, el XX, siguen atónitos: ¿cómo pueden tan grandes jugadores hacer partidos, o medios partidos, tan malos? La propia historia madridista alberga el enigma: tras jugar el que para muchos es el mejor partido de la historia (7-3 al Eintracht de Fráncfort) y ganar la quinta Copa de Europa consecutiva, el brillantísimo, favoritísimo RealMadrid de Di Stéfano, Puskas y Gento, fue eliminado en su Copa. Y este Real Madrid de la II Era de Florentino tiene varios jugadores –con Cristiano Ronaldo y Casillas a la cabeza– que hubieran sido titulares indiscutibles en aquel de Bernabéu. Florentino no puede elegir entre la grandeza con riesgo o un menor riesgo pero sin grandeza. El Madrid puede perder, nunca echarse a perder.
El totem ibérico en la frente
El señor cuerno de la china
«Cumplía sus primeros cien años Zhang Ruifang cuando empezó a salirle un cuerno». Pero esta parodia de García Márquez y el realismo mágico no es cuento. La anciana china quemira a la cámara con tanto asombro como la cámara a ella, se ha convertido esta semana en huésped de todos los medios del mundo. Porque lo que apunta en su frente no es un bulto, un hueso desviado, una malformación degenerativa, una verruga petrificada o un divieso fosilizado. Es un señor cuerno con todo lo que en España se espera de un cuerno, que es que se parezca al del toro de lidia, el totem ibérico. Doña Zhang no se ha dejado seducir por la curva borreguil, el desparrame de las vacas o la desordenada exuberancia de los bueyes. No. Lo que en el lado izquierdo de su frente se manifiesta con absoluta nitidez es el cuerno de un añojo, un novillito de un año, que avisa del peligro en cuanto pasen dos más. De momento, el cuerno de la anciana tiene seis centímetros y, por lo negro y afilado de la punta, no parece que vaya a crecer más. Pero al otro lado de la frente, en perfecto paralelismo, hay una mancha que vaya usted a saber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario