¡CAMPEONES!!!!!!

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viernes, 30 de abril de 2010

Alfonso Ussía

Señor Presidente

Señor Presidente: con el respeto que su cargo me inspira, mucho mayor que el merecido por su persona, me dirijo a Vuestra Excelencia para rogarle que, de una vez por todas, ponga fin a la cadena de vesanias y vilezas protagonizadas por miembros de su Gobierno. Su silencio convierte a V. E. en coautor de las mismas. En una democracia, señor Presidente del Gobierno de España, se admiten y toleran todas las opiniones, incluidas las que ridiculizan y menoscaban al propio sistema democrático. Pero no resulta tolerable que destacados miembros del Gobierno de la Nación ataquen de forma soez, desmesurada y violenta a los magistrados del Tribunal Supremo. No es cuestión de opiniones personales, libres y ajenas a la responsabilidad pública. Además de cimentarse en una imbecilidad mentirosa, los miembros de su Gobierno se enorgullecen de poner en duda la independencia del Poder Judicial. Su vicepresidente de no sabe qué, el señor Chaves, su ministro de Fomento, el señor Blanco, su ¡ministro de Justicia!, don Francisco Caamaño, y algún otro paseante de portafolios ministeriales, se ha dedicado a insultar, con el permiso de su silencio, a los magistrados del Tribunal Supremo. Y lo han hecho como gamberros, sabedores de la falsedad de sus acusaciones, gozosamente autorizados por Vuestra Excelencia, que no parece dispuesto a respetar la independencia de poderes que garantiza el sistema democrático. Y lo han hecho, señor Presidente, como si de analfabetos, pesebristas o subvencionados cejeros se tratara, defendiendo o tomando como excusa la defensa de un juez acusado por tres veces de un posible delito de prevaricación. Un juez que se ha creído autorizado a saltarse las leyes y legislar a su antojo y capricho, usurpando las competencias del Poder Legislativo. A Garzón, y eso lo saben Su Excelencia y los ministros torticeros, no se le va a juzgar por investigar los crímenes del franquismo, sino por prevaricar. Las conferencias y los cursos de Nueva York nada tienen que ver con Franco, y las autorizaciones para grabar, invadiendo la confidencialidad, las conversaciones de unos detenidos con sus abogados, en nada afectan ni a la Falange, ni a la ultraderecha, ni a Fernando el Católico ni a Viriato. Son ustedes unos inconmensurables mentirosos y unos irresponsables que han quebrado a sabiendas y brutalmente la armonía nacida, y tan mal crecida, de la Transición. Su Excelencia, con su silencio cómplice y sonriente, autoriza a sus ministros a despedazar los principios democráticos que hoy, por fortuna, todavía nos rigen y nos obligan. Pero hay algo más perverso aún en el fondo de sus actitudes. Ustedes desean que las dos Españas se despierten. Ustedes necesitan de una sociedad dividida y enfrentada. Ustedes están jugando con fuego. Ustedes apoyan las manifestaciones usando como justificación la figura desmedida de una vanidad en trance de autoliquidación. Señor Presidente, como español se lo ruego. Hable. Desautorice a los malversadores de conceptos de su Gobierno. Amaine los malos vientos por ustedes recalados. Cumpla con su deber y su responsabilidad. Y defienda, sin titubeos, como un Presidente democrático, la honorabilidad de sus magistrados. Si no lo hace, estará inmerso en el golpismo revanchista. Hable ya.

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