¡CAMPEONES!!!!!!

¡CAMPEONES!!!!!!

viernes, 30 de abril de 2010

José García Dominguez

El Senado de Babel

Por fatua vanidad intelectual tendemos a despreciar la teoría conspirativa de la historia, al cabo la única capaz de explicar el desvarío particular y colectivo que da forma al guión de la vida, ese cuento narrado por un idiota, lleno de ruido y de furia, y que no significa nada, según memorable arbitrio de cierto Macbeth. De ahí que pocos hayan comprendido la intención última del Gobierno al filtrar el verídico censo del paro. A saber, ocultarle a la opinión pública el atropello gramático que vienen sufriendo las delicadas laringes periféricas en el Senado. Tratan de tapar con esa vana estadística, la de los cinco millones menos un cuarto de hora, el angustioso drama fonético padecido en la Cámara Alta por baturrofalantes, bablófonos, valencianos, vizcaitarras, catalanes, gallegos y silbogomeristas, que igual les dicen así a los del silbo gomero.

Una sangrante tragedia nacional que, al parecer, la señorita Pajín ansía corregir por la vía de urgencia. Pues su recto entender le dicta que "la ciudadanía usa todas las lenguas de forma natural, e igual debe ocurrir en el Senado". Gran verdad, sí señor. Sin ir más lejos, uno mismo suele dirigirse al quiosquero en eusquera o aranés, dependiendo del día y el humor. Por su parte, él acostumbra a responder en asturiano. Aunque, a veces, en medio del diálogo opta sin previo aviso por canalizar el resto de su discurso en mallorquín. Circunstancia que procuro aprovechar para pasarme a la variante lusitanista del gallego académico. Y tal que así con la demás ciudadanía toda del barrio. ¿Por qué no habría, entonces, de reproducirse idéntica normalidad cotidiana en el hemiciclo?

La postura de Pajín peca, sin embargo, de indisimulado centralismo uniformista, amén de una catalanofobia apenas velada. Y es que, de prosperar su ocurrencia, los senadores catalanes deberán soportar al estoico modo que el contenido de los discursos en valenciano les sea descifrado en español, y no vertiéndolos a la lengua de Pompeu Fabra como sería lo normal y lógico. De idéntico modo, el PSOE también pretende escatimar la creación del perentorio cuerpo de traductores del vascuence al gallego, y todas las permutaciones posibles de funcionarios, cabinas de doblaje, micrófonos, cascos y pinganillos que exigiría el cabal respeto a las "lenguas oficiales", que predica Leire...¡País!

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