David Torres

Diga treinta y tres

En plena batalla de Gettysburg, un general confederado le dijo a un observador británico que toda la supuesta superioridad moral del norte se habría evaporado si, antes de empezar la guerra, Jefferson Davis se hubiera atrevido a liberar a los esclavos. Una vez rotas las cadenas, la causa sudista se habría visto libre de pies y manos para encarar el conflicto como lo que verdaderamente era: una lucha entre dos mundos, dos estilos, dos economías. Al final, lo que quedó después de la guerra y de las promesas de Lincoln, fue una larga y angustiosa agonía en la que la raza negra tardó más de un siglo en quitarse las argollas.
Sin embargo, para buena parte del sur la esclavitud era una cuestión de principios, como para gran parte de la derecha española don Francisco Franco sigue siendo una denominación de origen. Por eso les cuesta tanto decir lo obvio, esto es, que el franquismo fue una dictadura apestosa e intolerable. Nada más y nada menos. No. Necesitan matizar que había gente que vivió muy tranquila durante cuatro décadas y que además el Caudillo vino a reparar los errores y crímenes de la República. Y esto lo dice gente que representa a la mitad del electorado, gente como Mayor Oreja o Esperanza Aguirre, y no sólo no se les cae la cara de vergüenza sino que además se les permite seguir ejerciendo en política cuando en cualquier país civilizado probablemente estarían ante los tribunales. Imagínense si en la Alemania actual a un simple alcalde de tres al cuarto se le ocurriera decir que bajo el dominio de Hitler había gente que vivía muy bien o que el partido nazi vino a remediar el desastre en que consistía la república de Weimar.
Cuando se habla de franquismo no se pueden hacer comparaciones idiotas y sacar la vara de medir muertos. A nadie con dos dedos de frente se le ocurre defender hoy en día la degollina homicida en que acabó degenerando la revolución rusa sólo porque se levantara contra el imperio autócrata de los zares. La Segunda República (que tenía sobre los zares la ventaja infinita de ser un régimen legítimo) cometió errores, desmanes y crímenes sin cuento. El franquismo no. El franquismo fue un crimen de 40 años y un día.
Para quitarse de encima la última supuesta superioridad moral de la izquierda, al PP le bastaría decir que sí, que el franquismo fue una mierda absoluta. Decirlo en voz alta, sin complejos ni paños calientes. Toser, sacar la flema y a otra cosa. Pero no pueden, pobrecitos, porque la cabra tira al monte, la rana al pantano y la gaviota a la FAES.