¡CAMPEONES!!!!!!

¡CAMPEONES!!!!!!

lunes, 17 de mayo de 2010

Pedro G. Cuartango

K.O. en el Yankee Stadium

ZAPATERO / JOE LOUIS

Primero, le pega una serie de ganchos que le dejan noqueado y luego le derriba con un directo sobre la lona. No, no hablo de Rajoy golpeando a Zapatero en el ring del Congreso el pasado miércoles, sino de aquella imborrable noche del 15 de junio de 1936 en el Yankee Stadium.

Joe Louis acaba de cumplir 22 años y tiene en su 'curriculum' victorias sobre el temible Max Baer, Primo Carnera y Paulino Uzcudun. Parece invencible. Pero aquel día topa contra el alemán Max Schmmeling, que le atiza un montón de golpes que le derriban en el undécimo asalto.

He visto el combate muchas veces y conservo la imagen de Joe Louis, retorciéndose confuso en el suelo mientras el árbitro cuenta hasta diez. Tiene la mirada nublada como si mil bombillas se hubieran fundido en su cabeza.

Vi el mismo gesto el otro día en Zapatero, que abandonó la tribuna del Congreso con la misma cara de dolor y perplejidad que tenía Joe Louis en la esquina del ring tras ser llevado a rastras por sus ayudantes.

Lo peor no era en aquel momento el dolor físico sino la humillación de la derrota de un campeón que se creía muy superior al rival.

Zapatero ha quedado noqueado y muchos le dan por acabado, como le sucedió aquella noche a Joe Louis. «El campeón aplastado», tituló un periódico de Nueva York.

Pero no fue así. Un año después, Joe Louis -'El Bombardero de Detroit'- se proclamó campeón mundial de los pesos pesados al derrotar al legendario James J. Braddock, cuya vida es glosada en la película 'Cinderella Man'.

Louis conservó el entorchado durante 12 largos años hasta que Rocky Marciano emergió como un huracán, llevándoselo por delante. El púgil de Detroit se tomó la revancha sobre Schmmeling tres años después de su derrota: le dejo K. O. en el primer asalto en una de las peleas más cortas de la historia del boxeo. Dicen que Hitler se fue a la cama con un berrinche descomunal tras el derrumbamiento de su ídolo.

Soy de los que creen que el K. O. sufrido por Zapatero esta semana no significa el fin de su carrera. De las derrotas se aprende mucho más que de las victorias y el líder socialista tiene un instinto de supervivencia que supera al de todos sus rivales.

Joe Louis supo reinventarse a sí mismo tras la derrota con Schmmeling, convirtiéndose en un símbolo de las aspiraciones de la minoría negra. Zapatero todavía tiene tiempo de convertirse en un estadista, obligado a tomar medidas dolorosas e impopulares por patriotismo.

Como ya no va a poder volver a Rodiezmo para dar clases de obrerismo, a lo mejor le vemos impartir algún curso en Madison Avenue para ejecutivos de Wall Street. Lo bueno que tiene nuestro presidente es que se parece a 'Zelig': tiene una infinita capacidad de adaptación al medio. Yo creo que Zapatero nos va a sorprender a todos.

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