¡CAMPEONES!!!!!!

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jueves, 29 de julio de 2010

Isabel San Sebastián

¡A prohibir! (que es progresista)

Para ser tan aficionados al buen rollito, también conocido como talante, hay que ver lo que les gusta prohibir a estos socialistas zetaperiles, que deben tener a Orwell como autor de cabecera: "La mentira es la verdad". "La paz es la guerra". "Todos los animales son iguales pero unos son más iguales que otros". "Prohibir es lo progresista".

Prohibidas las corridas de toros en Cataluña (lo próximo será el flamenco, la paella o la tortilla de patatas: todo lo que suene a español). Prohibidos bollos y chucherías en los colegios. Prohibida la venta de tabaco y alcohol a menores de 16 años. Que aborten a discreción, que para eso se ha elevado la aniquilación de niños indefensos a la categoría de derecho inalienable de la mujer, pero nada de tomarse un mojito. Prohibidos, en cuanto la esclarecida ministra de Igualdad obtenga el plácet de Zapatero, los anuncios de masajes en las páginas de los periódicos. No puede tolerarse que la prensa vil, la plasmación impresa del ruin trabajo de la canallesca, la máxima exponente de ese obstinado empeño por desvelar lo que acontece e incluso criticarlo, se financie en parte sirviendo de enlace entre las prostitutas/os y sus clientes. ¡Matemos de una vez al mensajero!

Yo creo, señorita Aído, que se queda usted muy corta, al igual que sus colegas de Sanidad o Educación. ¿Qué es eso de prohibir la publicidad de una actividad que no sólo se consiente, sino que en ciertos casos reporta pingües beneficios al Estado? Sean ustedes valientes, sean coherentes, sean innovadores, sean audaces. Prohíban, bajo penas severísimas, el ejercicio de la prostitución así como su consumo, ya sea masculino o femenino. Clausuren todos los puticlubs que jalonan nuestras carreteras y calles, encierren a sus propietarios, recluyan a sus empleadas/os en centros de reeducación, como hacían hasta hace muy poco en Cuba, la patria de la libertad, con los homosexuales. Azoten en la plaza pública a los hombres y mujeres que acuden a ese infame mercado de carne humana. Clausuren directamente los periódicos, órganos de propaganda de tan detestable comercio. Destierren de los establecimientos públicos toda la bollería industrial o establezcan un sistema de identificación policial para impedir que los niños se acerquen a ella. Quemen las fábricas de dulces. Irrumpan en las destilerías, emulando al FBI de los años 20, e impongan la Ley Seca a rajatabla. Arranquen las plantaciones de tabaco de Extremadura y prendan fuego a los estancos.

¿Quién dijo aquello de prohibido prohibir? Los fachas del mayo del 68 parisino. Prohibir es lo progresista.

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