¡CAMPEONES!!!!!!

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domingo, 24 de octubre de 2010

Isabel San Sebastián

España, a pesar de ellos

Me dedica Esteban González Pons un hermoso artículo en su blog y quiero agradecérselo públicamente. Habla de las Navas de Tolosa, ayer y hoy. De la batalla que tuvo lugar allí en 1212, relatada en mi última novela, y de la que hoy se muestra al visitante en el museo que, patrocinado por la Diputación de Jaén (PSOE), aprovecha este hecho trascendental de nuestra Historia para «invitar al visitante a profundizar en el debate de la multiculturalidad y el diálogo entre civilizaciones, desde una reflexión crítica sobre los conflictos que vivimos en la actualidad y como una pequeña aportación a la cultura de la paz».

Dice el portavoz del PP «a Isabel», pero debería decir a España. A esa España que, como precisa el historiador francés Joseph Perez, no sólo es parte indisoluble de Europa sino que es el único país de Europa que luchó durante ocho siglos por ganarse el derecho a serlo. A la España que, subraya Stanley G. Payne, destaca por haber sido la única nación de estirpe romano-cristiana con el valor y la determinación suficientes como para reconquistar su identidad y su territorio de la invasión musulmana. A la España que se expandió por el Mediterráneo, el Atlántico y el Pacífico hasta construir un imperio en el que no se ponía el sol. A esa España cuya lengua vigorosa ha permitido a Vargas Llosa, según sus propias palabras, ganar el Premio Nobel de Literatura. A la España que, escribe Pons, «es principio de los españoles, pero también el principio que nos conforma. Es el comienzo de nuestro ser histórico, pero también la causa de nuestro ser político. Es principio en los dos sentidos, como origen y como valor».

Esa España hoy está huérfana. Sus propios dirigentes reniegan de ella, la trocean, la cuestionan, la relativizan, se mofan de su pasado o lo reescriben, se la venden al mejor postor por cuatro perras y le obligan a inclinar la cabeza ante cualquier gallito venezolano, gibraltareño o nacionalista, ya sea vasco, catalán, gallego o canario. Una buena parte de su intelectualidad se avergüenza de pronunciar su nombre. El presidente de su Gobierno lo usa únicamente para promocionar su propia imagen.

Pero la Historia, mal que les pese, es una maestra tozuda. Y la batalla de las Navas de Tolosa, gracias a la cual somos parte del mundo libre, la ganaron los reyes cristianos encabezados por Alfonso VIII de Castilla, cuyo abanderado era don Diego López de Haro, vizcaíno, vascón y, como tal, castellano y español, el cual, por cierto, renunció a su parte del botín. ¡Igualito que ahora!

España, a pesar de algunos contemporáneos, resiste.

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