¡CAMPEONES!!!!!!

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domingo, 24 de octubre de 2010

Pedro G. Cuartango

Sucedió hace XX siglos
A. PÉREZ RUBALCABA | MARCO TULIO CICERÓN

Marco Tulio Cicerón ha pasado a la posteridad como un gran orador, un brillante estratega político y uno de los hombres más influyentes de su tiempo. Cicerón fue un dirigente muy poderoso por su influencia en el Senado, pero también se granjeó notables enemigos.
Casi lo mismo podría decirse de Alfredo Pérez Rubalcaba, pero lo que me impulsa a escribir estas líneas es el paralelismo entre la relación de Cicerón con Octavio y la de Rubalcaba con Zapatero.
Cicerón sirvió fielmente a Octavio tras denunciar la brutalidad de Marco Antonio, el lugarteniente de Julio César y su autoproclamado heredero político.
El Senado, siguiendo las propuestas de Cicerón, repudió a Marco Antonio, que se hallaba fuera de Roma persiguiendo a los asesinos de su mentor Julio César. Cicerón apostó por el joven Octavio, sobrino e hijo adoptivo del dictador, que a la sazón tenía 19 años y estaba estudiando en Grecia.
Los discursos de Cicerón contra Marco Antonio en el Senado, llamados las 'Filípicas', son sin duda una de las mejores piezas oratorias de la Historia.
Al volver a Roma. Octavio llamó «padre mío» a Cicerón y se puso bajo su tutela y la de una parte del Ejército. El joven Octavio fue nombrado jefe militar de Roma, pero el Senado se negó a nombrarle cónsul.
En un giro increíble, Octavio pasó de ser el enemigo implacable de Marco Antonio a aliarse con él. Ambos se dividieron las posesiones de Roma y dictaron las Proscripciones, por las cuales se pagaban 25.000 dracmas por cada cabeza de un senador.
Cicerón fue ajusticiado en su casa de campo por los secuaces de Marco Antonio, mientras Octavio miraba para otro lado. Deshecha la alianza, Octavio aplastó a Marco Antonio en la batalla de Actium y luego reivindicó la memoria de su protector.
Me he extendido en el relato porque creo que Rubalcaba está llamado a jugar el mismo papel que Cicerón. No solamente no va a ser el sucesor sino que además se va a quemar en las nuevas tareas que le ha encomendado el emperador, al que también ha servido con fidelidad desde los cañuelos de Interior.
Zapatero ha promocionado a Rubalcaba porque necesita un escudero en la batalla que se avecina contra el PP y alguien con capacidad de aglutinar el partido, lo mismo que Cicerón controlaba el Senado.
La concentración de poder en Rubalcaba es peligrosa, sobre todo, para él, ya que incrementa su grado de exposición a las críticas y su vulnerabilidad en función de su pasado.
Yo creo que no será el heredero de Zapatero y que éste intentará sucederse a sí mismo. Para reinventar a ese nuevo personaje, nadie mejor que Rubalcaba, con excelente relación con Prisa.
La crueldad de la política es que, llegado el momento, ZP dejará caer a Rubalcaba por pura conveniencia, lo mismo que ha hecho con una larga lista de colaboradores. 'A superbia initium sumpsit omnis perditio', Alfredo.

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