¡CAMPEONES!!!!!!

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lunes, 19 de abril de 2010

Carlos Cuesta

LA ESCOPETA NACIONAL

¿Hemos de pagar el
sindicalismo extremo?

La radicalidad de los sindicatos en el acto de apoyo a Garzón y amedrentamiento al Supremo debe abrir un debate. ¿Tiene sentido mantener un sistema de financiación a unos sindicatos que han pervertido su finalidad legal -circunscrita al ámbito laboral- para convertirse en eslabones de una extrema izquierda que desafía a la Justicia? ¿Tiene lógica costear públicamente unos supuestos representantes de los trabajadores que destinan más esfuerzos a inyectar proclamas guerracivilistas que a exponer el documento de la reforma laboral, que recibieron 20 horas antes?

La Ley Orgánica de Libertad Sindical señala que "el ejercicio de la actividad sindical en la empresa o fuera de ella" comprende la negociación colectiva, huelga, planteamiento de conflictos individuales y colectivos y la presentación de candidaturas para la elección de representantes laborales. Fin. Y para ello reciben una multimillonaria financiación pagada con los impuestos de trabajadores, parados y empresas. Pero el pasado martes, al igual que otros tantos martes, los esfuerzos de Toxo (CCOO) no se centraron en esas funciones, sino en reabrir las heridas de lo que definió como un "régimen sentado en el genocidio, el expolio y el rencor". Y la labor de Méndez (UGT) se destinó a advertir a la población del poder de los "nuevos franquistas", herederos de un régimen que ha provocado "la tiranía del capital". Todo ello en línea con la estrategia del Gobierno.

Nadie recordó allí que días antes el Ministerio de Trabajo, en su saldo de subvenciones en apoyo a la inmigración había asignado la gestión de otros 1,3 millones de euros a UGT y CCOO. Cifra, eso sí, minúscula frente a los 15 millones anuales que reciben en subvenciones por Actividad Sindical y presencia en la Mesa de la Función Pública, y que se ha incrementado un 50% en tres años. E insignificante frente a los fondos que gestionan a través de las fundaciones de Riesgos Laborales y Mediación y Arbitraje, partidas a las que la Administración destina más de 50 millones de euros por año. Y hasta ridícula frente a los 149 millones recibidos por UGT en la pasada legislatura por los bienes supuestamente incautados tras la Guerra Civil.

Karl Marx se lamentaba de que los sindicatos de 1860 se centrasen en "las luchas locales e inmediatas contra el capital". "Todavía no han visto sus posibilidades de fuerza ofensiva […]. Por eso se han quedado demasiado aparte de los movimientos sociales y políticos generales", afirmaba. Hoy, Marx, estaría más contento observando a los sindicatos españoles... y aún más, sabiendo que viven de nuestros impuestos.

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