¡CAMPEONES!!!!!!

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viernes, 30 de abril de 2010

David Gistau

A paro batiente

El PP se propuso ayer extirpar del parlamento la barahúnda 'guerracivilista' y demás operaciones de 'agit-prop' que hierven en la calle para volver a fijar el debate en la economía. Hubo de bregar con la querencia evasiva del presidente Zapatero, quien sin duda preferiría pasar los próximos dos años calibrando si el PP es una reminiscencia franquista en vez de enfrentarse a ese retrato de Dorian Gray nacional que es su legado: el aumento del 37% del déficit, el del paro a más allá del 20%, el derrumbe de la Bolsa, los miedos a estar en la misma cordada que Grecia y la desconfianza que obliga a España a caminar por los mercados internacionales con una campanilla como la del leproso. Cuando los asuntos debatidos incurren en el fatalismo prosaico e impiden llamar facha a nadie, el Gobierno aparece hundido en una indefensión argumental penosa que apenas redime el hábito, cada vez más instalado en la bancada socialista, de intentar sabotear con ruido las preguntas de Soraya Sáenz de Santamaría.

¿Y cómo se simula la indefensión? ¿De qué manera se refutan datos tan demoledores como los que expuso Rajoy en un zurriagazo estadístico? «Usted ha tocado suelo», culminó el líder de la oposición. Zapatero, quien no en vano, además de un optimista 'panglossiano', es lo que Carmina Ordóñez habría llamado «un desahogado», primero vertió una información económica tan maquillada que Rajoy le acusó de «mentir» en sede parlamentaria antes de modificárselos. Luego, aseguró que el paro ya no subiría más, no porque manejara informes que permitan compartir su esperanza o porque vaya a sustituir con otras recetas las que ya han fracasado, sino simplemente porque ésa parece ser su voluntad: como a un vendedor de crecepelo, poco le queda ya salvo la retórica milagrera. Más floja aún estuvo la ministra Salgado cuando intentó replicar a Sáenz de Santamaría, que la acusó de no tener política económica, de haber sumido a sus colaboradores en una confusión en la que unos y otros se contradicen, y de haber llevado el paro a unas cuotas de las que no lo bajará «ni la ley de la gravedad». Salgado se encasquilló y avivó la hilaridad de la Cámara cuando, mientras repasaba apuntes sin encontrar lo que buscaba, procuró señalar en qué está resucitando la economía española: «Vamos mejor en… Eeehhh…. Eeehhhh». Y nada hubo. Como se dejó intactos 37 segundos de los que disponía, hay que concluir que el inventario de estos nuevos 'brotes verdes' no da ni para dos minutos y medio de exposición.

La matinal al menos sirvió para descubrir un nuevo personaje volcánico y vehemente: el secretario de Estado de Comunicación, Félix Monteira. Es el encargado de vender el mensaje del Gobierno y de lubricar las relaciones con la prensa, y el hombre se empeña con pasión a su tarea: forma corrillos, moldea opiniones, y todo en un tono furioso y malhablado por el que parece siempre estar echando una bronca a su interlocutor. Como dijo un periodista, recuerda al tipo del chiste que entra en una librería: «¿Me da el libro de cómo hacer amigos, caraculo?». Los que ya han viajado con él recuerdan frases de antología como ésa de que a él el Constitucional le «llena de resquemor los cojones» y que todo se arreglaría si Casas tuviera «ovarios para hacer valer el voto de calidad». Bienvenido.

1 comentario:

  1. gistau, eres un pobre esbirro de esa cuadrilla de ineptos fascistas sin escrúpulos. El raquítico rapsoda de la cuerda de oportunistas peperos que sólo buscan alcanzar el Gobierno para esquilmar al país, redecorar sus cortijos y, si hay suerte, dejar caer alguna migaja en tus fauces hambrientas. Ya te gustaría llegar a hacer algún día la centésima parte de lo alcanzado por el Sr. Monteira en el mundo del periodismo. Claro que el periodismo no es exactamente tu profesión: esbirro.

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