¡CAMPEONES!!!!!!

¡CAMPEONES!!!!!!

martes, 11 de mayo de 2010

David Gistau

En defensa de Pellegrini

Dice un corrido: "La noche que lo mataron, don Pedro estaba de suerte. De tres tiros que le pegaron, sólo uno era de muerte". Al Real Madrid le pegaron tres goles en Sevilla. Y se ve que todavía andaba de suerte, porque al cabo sólo uno fue de muerte y fulminó las aspiraciones que aún le quedaban en Liga. Confiar para la última jornada en el Valladolid de Clemente viene a ser como rezar pidiendo agua y que te caiga la botella de Coca-Cola vacía de 'Los dioses deben de estar locos'. Se acabó. Si el descanso sucede a las largas agonías, que descanse el Real Madrid. Que despida a los suyos que se van llevándose la espuma de una época. Y que cultive la ligazón con una hinchada que reconoce el honorable empeño de un equipo que jamás se dio por vencido, que se levantó una y otra vez como Paul Newman en la paliza de 'La leyenda del indomable', y que propició un 'bel morir' samurai. Sólo eso mitiga los daños de una temporada urdida como el regreso de McArthur a las Filipinas y que al final se ha resuelto con un insondable vacío y una inmensa promesa de futuro: Cristiano Ronaldo, híbrido de Tyson y hélice, el hombre tumultuoso que algún día nos hará campeones de todo en partidos con aguacero de los que tenemos ya el recuerdo.

Cunde ahora la certeza de que Pelligrini cargará con todas las culpas que en realidad pertenecen a los errores reiterativos de la concepción florentiniana. Una corriente de opinión periodística, la misma que iguala con una blasfemia cualquier reproche a Florentino Pérez, intenta desde hace meses crear ambiente para que la hinchada proyecte en el cielo un haz de luz que llame al rescate a Mourinho como si fuera Batman. Pero la hinchada no transige, se resiste a ser ahormada por falsos profetas de vídeo-blog. Aunque haya atravesado anestesiada, resignada, el triángulo de las Bermudas -Alcorcón, Lyón, Barcelona- que se ha tragado la fortaleza volante que llevaba a Guti como 'pin up' de fuselaje, sigue teniendo disposición a conceder a Pellegrini más tiempo para que concrete un esbozo de victorias que en Liga sólo se quedó inconcluso por la coincidencia con el mejor Barcelona de la historia. En términos contables, también fue éste un Madrí de entre los mejores, y lo logró el entrenador, prevaleciendo al ruido ambiental, a la plantilla asimétrica que no le permitieron armar y al gatillazo de los fichajes de Florentino -Cristiano lo fue de Calderón, por más que joda-: en las botas del neblinoso Benzema y de la triste reminiscencia de Kaká quedan encasquillados los puntos por los que fueron contratados y que faltaron. Puntos como los que Bojan, Pedro, Messi y Xavi sí dieron al Barcelona, arrancados incluso de Chamartín. ¿Cómo compensa un entrenador el fracaso personal de sus 'cracks'?

Lo probable es que a Pelligrini no haya quien lo salve: nadie en la institución va a atraerse la ira de Florentino calibrando otros motivos del fracaso. Pero su despido contendrá más razones para la preocupación que para el alivio. Porque probará que siguen vigentes los defectos fundacionales que siempre lastraron al Real Madrid según Florentino. Comprobaremos que este Madrí es un equipo volátil, inestable, sometido como el Atleti de Gil a los caprichos repentistas del presidente, e incapaz por tanto de tener la paciencia necesaria para soldar una intención de largo aliento. Comprobaremos que el Real Madrid carece de una idea angular de cómo quiere ser y jugar: Mourinho y Pellegrini no pueden responder a una misma intención de estilo, a un mismo ideal de fútbol.

Sabremos, en suma, que la de entrenador es una pieza despreciada en el Real Madrid, eternamente cercenada y desautorizada para tripular el vestuario y la construcción estratégica: esto ya lo vio Arsène Wenger, y por eso no se alistaría en la bandera de Florentino ni aunque lo emborracharan como a los reclutas que firmaban en una taberna para irse a la Legión Extranjera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario